lunes, 26 de enero de 2009

Confesiones de un joven del siglo XXI


Hoy está de moda no pensar
Y de dejar que una máquina
Lo haga todo por mí,
Que la televisión sea mi mentora.
Que Internet sea mi profesora.
De esta forma, no me tengo que preocupar.

Hoy está de moda no actuar
Ver sin observar
Escuchar sin oír.
Cada cual tiene sus problemas,
Yo tengo los míos.
No voy a arriesgar mi pellejo
Por aquél que dicen es mi prójimo.
¿Quién es más importante que yo?
Si no obtengo beneficio alguno
No me moveré por ninguno.

Hoy está de moda disfrutar
Vivir como si no hubiera mañana
Buscar placeres prohibidos
¿Para que vivir cohibido?
El amor duradero no existe
Y se que no voy a arrepentirme
Si con cualquier mujer me acuesto.
¡Qué el alcohol y las drogas agudicen mis sentidos!
De esta forma, seré más divertido.

Hoy está de moda lastimar,
Herir a otros sin razón,
Juzgarlos diferentes,
Despreciarlos
Y por qué no, humillarlos.
No me pregunten los motivos.
Simplemente es entretenido.
Y como lo hacen mis amigos
Yo no me puedo negar.

Hoy está de moda ser superficial,
Y a las banalidades idolatrar.
Es bueno poder ser famoso
Sin haber hecho nada distinguido,
Y eso es a lo que aspiro.
El esfuerzo para conseguir reconocimiento
Es algo sin fundamento.
Es preciso que llene mi ego
Con las falsas adulaciones de desconocidos
Con palabras vacías e impersonales
Escritas en páginas virtuales.

Yo no quiero cambiar
Que nadie me diga que es lo que está bien.
A las reglas voy a quebrar
Y ninguno va a pararme.

Cielo nuevo, Tierra nueva

Tenemos la enorme tarea de construir. Y no construir cualquier cosa, una casa, un puente, un edificio. No. Algo mucho más difícil. Debemos construir el mundo. Menudo trabajo llevamos en nuestras espaldas. En realidad, podría decirse que el mundo está construido desde hace siglos, sería más correcto decir que debemos “reconstruir”. Esto hace más difícil nuestra labor. Los cimientos están bien fundados en la inmoralidad, las vigas son de egoísmo, y los ladrillos de desenfreno. El techo, de corrupción. Por fuera, el revoque es de diversión, y la pintura intenta mostrarse correcta: la fachada perfecta, para no ver lo que hay por dentro. Evidentemente, quiénes intentamos mejorar el mundo, reconstruirlo, somos una minoría. Y pienso que, por tanto, nuestro esfuerzo por lograrlo debe ser aún más grande. Muchas veces me veo a mi mismo, perdiendo el tiempo en cosas que no construyen, cuando en realidad podría estar haciendo algo útil. No tengo nada contra el ocio, pero cuando este se torna excesivo, corremos el riesgo de desperdiciar el poco tiempo que tenemos en la Tierra. Y cuanto más dejemos que nuestro cerebrito esté “ausente”, y abusemos de la desocupación intelectual, más difícil será reconstruir el mundo, menos capacitados estaremos. Sin embargo, tampoco es cuestión sólo de capacidad intelectual. Hay muchos que, siendo inteligentes, son tan funcionales como el resto en cuanto a exigencias del sistema, siguen siendo amorales. Pero otros, en su sencillez, valoran la vida como corresponde, y eligen el camino de la moralidad. Estos también, tienen una tarea importante en la reconstrucción del mundo: su sencillez y humildad pueden demostrar cosas que quizá los “intelectuales” no logren. Además, cuentan con menos vicios que aquellos que suelen pensar demasiado. En definitiva, reconstruir el mundo es tarea de todos los días, puede ser en pequeños actos, o a gran escala. Pero es trabajo diario. Quien elige ser un disidente, lo es cada día. Tenemos nuestras fallas, nuestros errores y deslices (me temo que somos humanos, imbéciles por naturaleza) pero luchemos, luchemos contra la gran mayoría que nos presiona, contras los bombardeos constantes de los medios, contra los políticos que destilan palabras dulces colmadas de veneno y contra aquellos falsos profetas que predican que los valores son algo arcaico, que predican el libertinaje, una forma distorsionada y corrompida de la libertad. Jóvenes, compañeros, amigos, deseo que este 2009 sea próspero para todos ustedes. Pero la prosperidad no viene sola, sino que es producto del esfuerzo. Esforcémonos, entonces, por nuestros ideales, que en este siglo XXI es lo que más falta: Hay diversidad de tribus urbanas, hay diversidad de partidos, de religiones, de profesiones, de asociaciones, pero tras la mayoría de estos no existen ideales. Les deseo un muy feliz año nuevo, y ojalá podamos algún día construir ese Cielo nuevo, esa Tierra nueva que tanta falta hacen.

Engranajes


Llegada la noche, La máquina de la Diversión se ha puesto en marcha. Los engranajes comienzan a moverse, sin siquiera pensarlo. El operario agrega un brebaje cuasi mágico, alcohol, y las piezas se desinhiben, moviéndose a mayor velocidad, rozándose unas a otras. Así empieza… luego, algunas, extasiadas por la pócima, se sacuden violentamente: se salen de su cauce, y se golpean mutuamente. No hay problema: después de todo quedan muchas piezas mecánicas aún. Y las que subsisten, siguen cumpliendo su propósito, girando y girando, divirtiéndose a cualquier costo. A la mitad de la noche, algunos –la mayoría, por cierto – de los engranajes comienzan a acercarse, a moverse acompasadamente, sensualmente, acariciándose. Se ponen en contacto, sacan chispas con sus roces, pero sin embargo, no se entienden, no se conocen: después de todo, son sólo piezas frías de metal. Ya rayando el alba, casi todos los engranajes están oxidados, mellados, quebrados (o, quizá incluso, rotos definitivamente en el frenesí de la diversión). Terminó su turno de trabajo, y están algo desorientados. Se preguntan qué pasó, dónde están, qué hora es, que hicieron… Pero lo que nunca se preguntarán es por qué hacen exactamente lo que el operario, a través de la Máquina, les indica… A la noche siguiente, todo vuelve a comenzar.

Libertad que encadena

De todas las formas de esclavitud, aquella que es imperceptible es la peor y más eficaz. Pensamos que vivimos en un mundo libre, pero me temo que cada vez nos esclavizamos más. En primera instancia, somos esclavos de Los Medios Masivos de Comunicación y sus mensajes. Estos nos hacen creer que la libertad es igual al libertinaje, nos dicen que nos emborrachemos, que tengamos sexo adrede, que nos interesemos en nosotros mismos, que vivamos la vida “como si no hubiera mañana”. Frenesí, desinterés, individualismo son valores capitales. Si estás condiciones no se cumplen en una persona, es considerada “aburrida” o que “no tiene vida”. Jóvenes, reflexionemos un segundo. ¿Acaso hay libertad en hacer exactamente lo que nos dicta el sistema, lo que nos dictan los Medios que son manejados por los poderosos? Generalmente se dice de los adolescentes que son rebeldes. Yo, sin embargo creo que todo lo contrario. Si se cumplen al pie de la letra las órdenes del sistema como parte de la “rebeldía”, entonces se es la persona más funcional y menos revolucionaria. Simplemente, más de lo mismo.

Los mareados


Un trago… dos tragos… diez tragos… El descontrol por las bebidas es algo muy actual entre la mayoría de los jóvenes. Embriagarse es una salida fácil, para algunos, de la cruda realidad en la que se hallan envueltos. Otros, en cambio, lo hacen por “diversión” (si es que así se le puede llamar). Los medios muestran que emborracharse es parte de la vida, es algo bueno y se relaciona con la amistad, el éxito con las mujeres y la felicidad. Puede ser que una persona bajo los efectos del alcohol tenga esta y otras sensaciones, pero son ilusorias y efímeras. Jóvenes, no nos dejemos engañar por aquellos que nos ofrecen la borrachera como una salida, sino que enfrentemos la realidad y salgamos a flote. No pensemos que borrachos somos más divertidos, por el contrario no controlamos nuestros actos, llegando muchas veces al patetismo. Mi consejo es que nos embriaguemos de aquellas cosas buenas, por las que vale la pena vivir, que son constructivas, imperecederas y que no dañan a los demás, ni nos dañan.

Era Glacial: Sentimientos bajo cero

El amor (en todas sus formas de expresión) se relaciona siempre con la calidez, con el fuego: se debe sin duda al carácter de este sentimiento. Pero hoy corremos el riesgo de que esta emoción se enfríe hasta límites insospechados. Los jóvenes nos hallamos sumergidos en un océano de mensajes en los que imperan la inmediatez, que realzan el materialismo, el individualismo y la vanidad.Esto hace que la egolatría se esparza por todo el mundo. Podemos ver esto en la mayoría de los fotologs, donde las personas son solo YO, de que su mundo es el YO, y de que nada tiene más valor que YO. El único amor que muestran es el que se tienen hacia sí mismas, cosechando un EGO del tamaño del Everest. Cuando aparecen otros individuos en escena, sigue siendo por puro ego: Detrás de un “YO con mis amigos”, el mensaje es, “soy una persona popular”. ¿Dónde queda el verdadero amor, entregado, sincero, puro, que no pasa facturas ni demanda? Se está perdiendo. El amor hacia aquellos que nos rodean se desvanece. Poco falta para que la ciudad se convierta en una jungla, donde sobrevive sólo el más fuerte. Pero así, nos destruiremos unos a otros, y a nada llegaremos. Lo único que puede salvarnos de esta Era de Hielo es el fuego del amor. Avivémoslo, que quizá podamos derretir ese hielo social en el que nos encontramos envueltos.

Era Glacial: El espectáculo de la muerte

De todos los dones con los que el hombre está dotado, los sentimientos son uno de los más maravillosos. Nos diferencia de los animales, nos hace humanos, nos motivan, se podría decir que mueven el mundo. Haciendo una analogía con el fenómeno climático, pienso que nos hallamos en el comienzo de una Era Glacial. Cada vez, los jóvenes nos volvemos más fríos, trozos de hielo impasivos, descorazonados y egoístas. ¿Muerte, guerra, desnutrición, asesinatos prematuros…? Nada de esto nos escandaliza, ni nos conmueve. Por el contrario, a muchos ver un cuerpo mutilado o un accidente les parece divertido: No hace falta nada más que observar como un grupo de personas (que se juntan como aves de rapiña) se paran en círculo a disfrutar del espectáculo que representa un choque de autos. Claro está, prestar ayuda no se incluye en el programa que ofrece el “show”. Yo me pregunto, que puede llevar a una persona actuar así. Lo cierto es que los Medios Masivos de Comunicación nos tienen tan acostumbrados a estas imágenes, que nos volvimos insensibles, con un corazón frío y duro como el hielo. Ya no importa el prójimo: si puedo pasarlo por encima, si puedo estafarlo, si puedo sacarle algún provecho, si lo veo reventarse, mejor. Lo único importante soy yo. La frialdad hace que nos preocupemos sólo por nosotros mismos, nos aísla, nos reduce a lo más insignificante del hombre: nuestra mera existencia. Porque seamos realistas, qué sentido tendría vivir en este mundo, si fuéramos los únicos. Vivimos sumergidos en un mar de “otros”, otros que aman, viven, sienten como nosotros. Son como nosotros. ¿Vamos a basar nuestra vida, en el YO? El mundo estaría mucho mejor si de vez en cuando miráramos por la ventana, y viéramos como está el otro, si podemos tenderle una mano, si en lugar de ofenderlo, lo ayudamos. Cada uno de nosotros, podemos aportar un granito de arena, en un mar de infelicidad…

sábado, 24 de enero de 2009

Pertenencer... ¿Tiene sus privilegios?


Es increíble que, así como las huellas digitales son únicas en cada persona, también lo es la forma de ser. De entre aproximadamente seis mil millones de habitantes que hay en este planeta, es imposible encontrar a dos que piensen, sientan y se comporten de la misma manera. Es decir, que ciertamente somos únicos. Sin embargo, en esta era denominada de la “comunicación” e “información”, (En la que, paradójicamente, existe una enorme incomunicación entre humanos y desinformación social), los Medios Masivos imponen modas. Estos medios tienen una fuerza tan poderosa, que arrastran consigo a muchos jóvenes, que imitan un “estilo de vida”, perdiendo por ello toda originalidad. La forma de vestir, de mirar el mundo se resume a algo que es tomado sin comprender el por que. Y esto implica que no se adopta, tan sólo se copia una tendencia. En la adopción de algo como propio, es indispensable el proceso de resignificación, es decir, reconfigurar y procesar con el intelecto lo que se pretende incorporar a uno. Pero lo cierto es que esto se excluye totalmente, porque hoy pensar es visto como un trabajo para ilusos y traga libros. En definitiva, quienes saltean la resignificación, se convierten en seguidores ciegos del sistema, siendo similares a los robots a los que los programan para cumplir con una tarea. Ser una réplica hace que se pierda toda la esencia del yo. Así que, porque somos únicos, valorémonos y utilicemos la cabeza (que no es pecado meditar), aunque sea difícil luchar contra el facilismo imperante.

Pensando en pensar

La capacidad de pensamiento, de razonar, es algo exclusivo entre los seres vivos, que nos identifica como humanos. Enormes logros hizo el hombre gracias a esta habilidad para pensar. Diversos factores han ayudado al pensamiento: la curiosidad (que la considero una esencia del hombre, sobre la cual se basa la ciencia), que nos ha llevado a cuestionarnos los cómo y los porqué de cada acontecimiento, surgimiento de un objeto, etc.; el sentimiento de auto superación, que ha llevado a las personas a querer llegar más allá de los limites marcados hasta ese momento. Sin embargo, en estos tiempos, se puede llegar a suponer que los medios masivos (y manipuladores) de la comunicación, aquellos que ejercen el poder, aquellos que de una manera u otra nos imponen una ideología, y hasta nosotros mismos, emisores, receptores y consumidores de todo lo que nos proveen, estamos en una campaña (inconscientes; en algunos casos muy conscientemente) cuya finalidad es terminar con nuestra capacidad de pensar y razonar.Todos estos medios, por los que nos vemos rodeados, parecen “facilitarnos” y evitarnos el proceso de pensamiento. ¿Por qué la televisión abierta no promueve más que programas de entretenimiento, chimentos, magazines, etc.?¿Por qué no dedican un espacio a programas de tinte cultural o que nos hagan reflexionar, aprender, y formarnos como tales? Más precisamente¿por qué un noticiero dedica un gran porcentaje de su tiempo a mostrar tragedia tras tragedia?¿por qué dedica tan poco tiempo a programas de debate político y/o económico(que de hecho son liderados por los que están a cargo del poder, y no por los mismo habitantes de la nación, quienes somos los principales afectados)? Porque de esta manera no hay diversidad de ideas, posturas, y nos “ahorran el gasto” de pensar e indagar un poco. Hasta las empresas de ropa tienen como slogan frases que promueven no hacer nada. La televisión de hoy en día no nos brinda más que risas, desnudos, escándalos personales hechos públicos.Es sumamente necesario para nosotros, en el rol que ocupemos dentro de una sociedad, que no nos privemos ni dejemos que nos saquen la libertad para utilizar la herramienta que nos diferencia del resto de los seres: el razonamiento. De lo contrario somos un blanco fácil de maniobrar y llenarnos de cuantas artimañas sean necesarias para alejarnos de lo que nos debería interesar.

Ezequiel Albornoz

jueves, 22 de enero de 2009

La industria de lo vano


El predominio y deseo de las cosas materiales no es algo del siglo XXI, es un factor que llama al hombre (y llegó a formar parte de él) desde los orígenes de éste. Nos vemos rodeados por infinidad de elementos creados (funcionales o no) para satisfacer nuestras necesidades. Hoy en día cualquiera puede acceder a cualquier cosa sólo con unos pocos requisitos; y la competencia por estar un paso más adelante es cada vez más notoria. Somos afectados por movimientos que se basan de las reglas de la creencia oficial (social) para imponernos ese deseo por obtener lo que ven nuestros ojos y que (para la sociedad actual) va a determinar nuestro poder, nuestra manera de pensar, nuestra forma de vida…Este factor material, para muchas personas es indispensable, y lo consideran un medio de identificación, cayendo en la vana idea de priorizar lo pagable por encima de lo que realmente nos conforma como personas: los valores, nuestra propia cosmovisión (que por cierto no se paga ni se difunde o promueve como si se hace con un celular o unas zapatillas, etc.) y no un fotolog “gold” donde muestran sus “cualidades” 24 horas al día, donde no se puede apreciar nada más que su necesidad por lo material, lo atractivo a la vista, lo físico. Si lo llevamos a una situación actual, se puede observar cuando un grupo de “floggers” les dan el titulo de “negro” a alguien por usar pantalón de gimnasia, por tener un celular con pantalla azul o simplemente por no ser como ellos.El factor material obviamente está ligado al hombre y es indispensable, pero no debe ubicarse en un escalón más alto, ni usarlo como ostentación, ya que no se muestra más que lo falible de la mente atraída por las sutiles estrategias de los que lideran el negocio de lo material.

Ezequiel Albornoz.

miércoles, 21 de enero de 2009

La tiranía de la "belleza"




Los medios masivos de comunicación, los dueños de las grandes empresas que se manejan con la estética, y las presiones sociales hacen una combinación perfecta para crear estereotipos de belleza, que “deben” ser cumplidos rigurosamente. Quiénes transgreden estas “leyes de belleza”, son rechazados. Todo confabula para que quien no es flaco, quien no tiene ojos celestes, o es rubio, quien no cumple con determinadas características físicas, es "feo". El nivel idealizado de lo bello requiere de un esfuerzo inhumano, que se convierte muchas veces, en dañino en contra de quien busca cumplirlo. Casos de desordenes alimenticios son ejemplos. Chicas (y en menor medida chicos) que impotentemente buscan hallarse dentro de los cánones de lo bello, y recurren a medios desesperados: dejan de comer o se provocan el vómito. Se convierten en esclavos de la estética. La vanidad que promueven los Medios, se inculcó en nosotros, y lo aceptamos. TODOS somos responsables por impulsar y presionar para que se ejecuten estos altísimos requisitos para ser considerado “lindo”. Y yo me pregunto indignado ¿POR QUÉ? Sencillamente, vivimos en una sociedad que valora sólo aquello que es vistoso. ¿Qué hay de una persona que es bella interiormente, que es buena, amable, solidaria, considerada, etc., pero no cumple con los estándares de perfección física? Vale miles de veces más, que alguien que si los cumple, pero que no tiene dentro de sí ninguna virtud. Jóvenes, no contribuyamos a propagar lo que los medios ya se encargan de escupirnos en la cara, en todo momento: Que la belleza es más importante que la virtud. Lo físico pasa, con el tiempo se consume. Pero lo que uno es por dentro, probablemente lo acompañará el resto de su vida. Cultivemos la belleza de los valores, que están desapareciendo, y aborrezcamos la sobrevaloración por lo físico, que se convierte en una dictadura.

martes, 20 de enero de 2009

Aculturación = Fagocitación




La aculturación se suele definir como la situación en la cual dos o más sociedades entran en contacto, donde una de las culturas es absorvida por la otra, de forma completa o incompleta. La endocultura se conoce como la adquisición de la propia cultura (la característica del lugar en que uno se desarrolla), proceso que comienza en el nacimiento de un individuo y continúa durante su infancia hasta el resto de su vida (teóricamente).Ahora bien, en la conquista de América, se produjo un choque cultural entre los españoles y los indígenas americanos, que se vieron forzados a cambiar sus costumbres ¿Por qué se vieron forzados a cambiar?¿Por qué hasta hoy en día estamos “forzados” (de manera sutil o no tanto) a adoptar costumbres que no nos corresponden o no nos son propias?¿Por qué se ve cada vez más como cada país tiene un pedacito de Estados Unidos u otra nación poderosa y lo pone por encima de lo que formó parte de uno desde su nacimiento?El poder (a un nivel de manipulación) ha sido el principal factor para la propagación de estas tradiciones o costumbres externas. Ese poder nos llevó a olvidar la esencia de nuestro país. Lo vemos claramente en la sociedad argentina, donde miles de adolescentes se disfrazan en un “movimiento” musical e “ideológico” (si…ideológico) que ¿De donde vino? Las mismas bandas precursoras de estos grupos vienen de otros países, y nos llegan como misiles gracias a los tantos medios de comunicación por los que nos vemos rodeados. De hecho, pensándolo bien, el nombre que se les da (tribu) ¿que tiene como tal? Porque hoy en día el mismo sistema te pide que te insertes en un grupo para ser alguien (ya no se trata de estar en una tribu urbana para oponerte al sistema, sino para estar dentro de él), por lo tanto yo no le daría el nombre de tribu, ya que esta palabra nos puede derivar a un grupo primitivo, hermético, con características en común ¡que le son propias! Y lo que vemos hoy no tiene nada de tribu, ya que se hunde en lo común del sistema, con características importadas de otros países y para nada herméticos. Este es uno de los tantos casos que podemos ver, así como la deformación de nuestra lengua, donde vemos filtradas grandes variedades de palabras en otro idioma. Yo no propongo que nos encerremos y echemos afuera toda costumbre ajena a lo propio, porque ya es imposible, pero sí pido que valoremos y tengamos en cuenta un poco más nuestros origines, nuestras costumbres como argentinos (a pesar de todo lo negativo, que cualquier país lo tiene) y no las dejemos en un nivel inferior por ser menos atractivas tal vez. La conquista de América nos ayudó a desarrollarnos y crecer como territorio y población civilizada, pero de ahí podemos responder por nosotros mismos…

De Ezequiel Albornoz, con quien fundé el fotolog pero que luego abandonó el proyecto.

lunes, 19 de enero de 2009

El por qué del disidente

La complejidad del mundo que nos rodea es inmensa. Vivimos en una era, donde más que nunca la tecnología influye en todas las áreas de la vida de los seres humanos. Asediados de mensajes, conectados permanentemente con cualquier parte del globo en cuestión de segundos, cada vez pareciera que hay menos tiempo para utilizar el cerebro. Cada vez, pareciera como si menos jóvenes quisieran usarlo. Lleno de contradicciones al ver un mundo que se degrada a cada segundo con la indiferencia y la maldad, decidí poner el grito en el cielo, deseando que aunque sea una persona lea y medite. Es también, una forma de compartir con los lectores, mi visión moral del mundo. En definitiva, un disidente es una persona que se sale de la común doctrina, creencia o conducta. Y con este blog (En un principio, fue un fotolog para atraer a los jóvenes, pero no dio mucho resultado...), pretendo hacer pensar, reflexionar acerca de diversos temas, principalmente sociales y morales. En definitiva, no es algo que se vea muy a menudo, puesto que para el sistema es muy conveniente que no pensemos los por qué, de modo que sigamos viviendo como vivimos, es decir, avalando el orden establecido con nuestra omisión.